165 AÑOS DEL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA.
Hace 165 años un par
de jóvenes alemanes, Carlos Marx y Federico Engels (29 y 27 años
respectivamente) se atrevían a mirar hacia el futuro y más profundo que sus
antecesores directos e indirectos; sus ideas y planteamientos políticos,
filosóficos, etc., habían ganado terreno en la antigua Liga de los Justos, que
se transformo, por influencia directa de esas ideas y planteamientos, en la
Liga de los Comunistas, tanta era la presencia y autoridad moral y política de
ese par de jóvenes que se les encomendó la redacción del primer manifiesto de
la nueva organización y es así que surge de esas dos mentes brillantes el Manifiesto del Partido Comunista,
documento histórico, que como pocos, muy pocos en realidad, siguen teniendo
fuerza, vigencia y verdad a lo largo del tiempo. Pero al igual que hace 165
años el Manifiesto no es un simple documento “teórico” o un invento de
“intelectuales”, no, este documento es ante todo y sobre todo un Programa
Político, el Programa Político de la clase obrera y de toda la clase
trabajadora en general en su lucha por la transformación revolucionaria de la
sociedad; esto no quiere decir (aclaración para las mentes suspicaces) que lo
planteado en el Manifiesto Comunista y en las demás obras del
Marxismo-Leninismo son dogmas, o planteamientos de una vez y para siempre, no,
el mismo Marx siempre nos dijo que él solo había dado los primeros pasos y las
cuestiones generales y que todo eso estaba, como todo fenómeno (según la
dialéctica materialista) en constante cambio y transformación, es decir,
algunas cuestiones que se encuentran contenidas en ese valioso documento han
quedado rebasadas por la historia, los acontecimientos y la misma dinámica
social, pero son las menos; lo esencial, lo importante, los fundamental en el
Manifiesto Comunista sigue teniendo vigencia y validez.
“Toda las historia de la humanidad, hasta
nuestros días, es la historia de la lucha
de clases…”, cosa
que hoy olvidan nuestros señores reformistas declarados y nuestros reformistas
disfrazados de “comunistas” radicales; hoy basta con dar un repaso, aunque sea
rápido, a lo que acontece en el mundo, hace uno o dos años (inclusive hoy
todavía) en los principales países europeos la clase trabajadora esta en las
calles luchando contra la clase de los capitalistas; de algunos meses para acá,
nuevamente, en algunos países árabes se
están dando explosiones sociales que no dejan lugar a dudas de la existencia,
hoy en pleno siglo XXI, de las clases sociales y del enfrentamiento entre ellas,
cada vez más aguda y extrema, dice un dicho popular que no hay peor ciego que
aquel que no quiere ver, y podemos no querer ver o pretender tapar el sol con
un dedo, lo que no podemos es evitar el desarrollo de la historia y
precisamente ese desarrollo no tiene otra causa más que la olvidada, odiada, o
destruida por decreto presidencial, lucha de clases.
Hoy después
de algunos años de que inicio la peor crisis del sistema capitalista, queda más
que claro que el capital ha agotado todas sus posibilidades de existencia y sin
embargo sigue existiendo, ha sido y esta siendo capaz de recuperarse y
gracias a sus Estados las burguesías
endémicas están saliendo del abismo gracias al rescate que han hecho, aquí
vemos otro postulado del marxismo que tampoco tiene lugar a dudas, la Teoría
Marxista del Estado. Pero ese rescate no ha sido color de rosa y tan hermoso
como quisieran los capitalistas nacionales e internacionales, todo ese proceso
ha estado acompañado de la intensificación de la lucha de clases de los
trabajadores a lo largo y ancho del planeta y es en este momento donde
olvidamos y dejamos de lado lo que tal vez es lo fundamental en el Manifiesto:
el lugar y el papel que debemos de jugar los comunistas (marxistas de origen y
raíz, con apellidos diversos), que es el de colocarnos al frente de todas y
cada una de las luchas de los trabajadores y en cualquiera de sus niveles
(económica, ideológica o política), organizar y dirigir esas luchas,
promoverlas, convertirnos en esa vanguardia revolucionaria de la que tanto
hablamos y más aun necesitamos, y no por decreto, no por imposición, sino por
trayectoria, por experiencia, porque somos parte de la clase trabajadora, no
algo ajeno a ella, sino lo mejor, lo más avanzado, lo más dinámico, lo más
comprometido, lo más entusiasta, lo más preparado y experimentado, los más
disciplinados y fogueados en la lucha de clases, porque precisamente ese ha
sido y es el gran mal de que han adolecido la mayoría de los procesos
revolucionarios, es decir, los trabajadores han hecho y harán, siempre, grandes
sacrificios, entregarán todo, incluida su vida, porque también como nos dijo
Marx, “los trabajadores no tienen nada
que perder salvo sus cadenas, tienen en cambio un mundo que ganar…” ; y sin
embargo todos esos grandes esfuerzos y sacrificios se van como agua entre las
manos, porque no existe, o si existe no tienen
la suficiente fuerza y experiencia (o inclusive presencia), esa
Dirección Política o Vanguardia que oriente y organice toda esa fuerza, como
mencionamos arriba, basta con echar una mirada al acontecer en el mundo y hoy
más concretamente en los países árabes o algunos europeos, y podremos comprobar
lo que planteamos. Pero también decimos que a esa Dirección Política no la va seguir
por decreto o promulgación los trabajadores, eso lo tenemos que ganar poco a
poco, convenciendo, educando, organizando, no desde fuera, sino desde dentro de
la clase, en su entraña, en su vida diaria; es decir, habrá que ganar ese lugar
en la misma lucha.
Es
así como podemos afirmar y confirmar que el Manifiesto del Partido Comunista no
es un simple “librito”, sino que es todo un Programa Político, es el programa
político de los revolucionarios, de los comunistas, de los marxistas y un
programa, cualquier programa, de nada sirve si no corresponde a la realidad y,
mucho más, sino es comprobado en la práctica, como dijo Lenin: “la ciencia de Marx es poderosa, porque es
verdadera.” Y es verdadera por que ha salido victoriosa contra todas la
batallas de clase, contra sus enemigos ideológicos (amigos y enemigos) y porque
nos sigue enseñando que la lucha por el socialismo y el comunismo es
científica, no utópica.
Así
entonces hoy reafirmamos la importancia de este histórico documento y la
necesidad, urgente, de que cada militante revolucionario lo conozca, lo
asimile, lo haga su forma de vida, porque ser revolucionario comunista no es
una moda, es toda una forma de vida.
¡¡GLORIA ETERNA AL MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA!!
¡¡GLORIA ETERNA A MARX, ENGELS Y LENIN!!
¡¡VIVA EL MARXISMO REVOLUCIONARIO!!
¡¡ADELANTE COMPAÑEROS, ADELANTE CON TODAS LAS FUERZAS DE LA HISTORIA!!
¡¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE, VENCEREMOS!!
"MIENTRAS EXISTÁN
ESCUELAS DE PIE, NO HABRÁ PUEBLOS DE RODILLAS."
FRENTE DE ESCUELAS DEMOCRÁTICAS FEBRERO 25
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